YA ESTA LA iBARRA DE HISTORICOS, solo faltaba IBARRA firmar para asegurarse a todos los historios por año mas.

Faltaba él. Para completar el pack de históricos, para armar este pócker de ases campeones, faltaba él, el Negro, el cuatro. Sí, cuatro es justo el número que cierra el círculo: primero fue Riquelme (con su llegada firmó hasta el 2010), luego Battaglia, hace días Palermo y ahora le tocó renovar a Hugo Ibarra: el lateral al final se queda en Boca. Ayer se confirmó que seguirá por un año más (al igual que el goleador), para que el equipo siga manteniendo la base de la experiencia, el cupo completo de referentes, el de aquellos jugadores con identificación plena en los hinchas y con ascendencia directa sobre los jóvenes que se vienen.

Como pasó con Palermo, Ibarra necesitó apenas una reunión con Pompilio para arreglar su continuidad. Claro que, por lo menos de arranque, la situación del Negro no parecía tan sencilla de resolver, tenía otros condimentos. Por empezar, el lateral había recibido una oferta concreta del Santos para seguir su carrera en Brasil. Y eso hizo que él mismo advirtiera que, a los 34 años, tenía que poner en la balanza otras cuestiones y no tanto lo afectivo. "Cuando volví de Europa, dejé de lado lo económico para jugar en el club. Ahora estoy en otra etapa de mi vida, tengo que priorizar lo personal", había dicho la semana pasada. Y hasta se había llevado los botines y otras pertenencias de la utilería de Casa Amarilla, como marcando que esta vez sí podría elegir otro destino.

Esa presión le dio resultado En realidad, el Negro también quería terminar su carrera en Boca. Es un deseo que vengo expresando hace tiempo. Por eso la prioridad la tienen los dirigentes, primero voy a charlar con ellos , agregó en estos días. Y así fue, nomás. El lateral se sentó a hablar con el presidente y acordó, como los otros históricos, un aumento en su contrato por otro año (pasaría a ganar cerca de 500.000 dólares, un poco menos que Palermo).

Claro que, al menos en lo deportivo, el semestre del Negro no fue de lo mejor. Apenas jugó seis partidos y medio, sobre los 31 que disputó el equipo entre Clausura y Copa. Primero lo dejó al margen la rotura de meniscos de la rodilla izquierda que sufrió en el verano y luego, a su regreso, una sinovitis en esa misma rodilla lo paró otro tiempo: recién volvió para jugar ante Vélez por la 16ª fecha y en las semi de la Libertadores. Por lo tanto, en ese aspecto, la diferencia con Battaglia y Palermo fue sustancial: el volante recuperó su mejor nivel en esta primera mitad de año (hasta volvió a ser convocado a la Selección) y el 9 no bajó nunca su promedio de gol. Más: es el delantero argentino del momento que más convirtió en la temporada.

De todos modos, la nueva apuesta de Boca por Ibarra tiene varios ítems a favor: primero, confía en la calidad de uno los mejores laterales del fútbol argentino y en una temporada con mayor continuidad, sin tantos imponderables físicos. Después, entiende que una mejora en el contrato de Ibarra no tiene equivalencias con el costo que tendría ir a buscar otro jugador de esa talla para el puesto, encima sin la chapa recontraprobada que ostenta el formoseño. Y por último, la ratificación de una política deportiva que apunta a reconocer a los históricos como cimiento del equipo y garantía de éxito.

No fue casual, en ese sentido, que el club se asegurara la continuidad de los cuatro que más partidos y títulos tienen hoy en Boca. Al acuerdo con Riquelme por tres años (en enero firmó hasta diciembre del 2010), se le sumó el nuevo vínculo que en abril se arregló con Battaglia (hasta junio de ese mismo año) y por último, el de Palermo, hace apenas 12 días, hasta junio del 2009.

Esa línea es la que siguió Ibarra. Sí, hay póker.

Fuente : OLE.com

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